RESEÑA | BUSCANDO A AUDREY | SOPHIE KINSELLA

Título: Buscando a Audrey.

Título Original: Finding Audrey.

Autor: Sophie Kinsella.

Saga: -

Editorial: Puck.

Páginas: 288 páginas.

A veces el mero hecho de salir de casa puede representar un enorme desafío… Desde que sufrió un terrible episodio de acoso en la escuela, Audrey, de catorce años, se niega a dar un paso fuera de su hogar o a relacionarse con nadie que no sea de su familia. Las gafas oscuras y la capucha de la sudadera se han convertido en sus mejores aliadas. Hasta que conoce a Linus, un compañero de videojuegos de su hermano mayor. Y experimenta una fuerte conexión que despierta en Audrey el intenso deseo de salir de su caparazón… Un largo viaje acaba de empezar. Por suerte para ella, Audrey no tendrá que emprenderlo en solitario. Cuenta con la inteligencia de su psicoterapeuta, con el cariño de su familia, con el ingenio y el humor de Linus. Pero, por encima de todo, cuenta consigo misma.

Siempre he querido darle una oportunidad a Buscando a Audrey, concretamente desde que se publicó hace ya bastantes años, simplemente por las buenas reseñas que había leído y por su tremendo hype. Ha sido este verano cuando por fin me decidí a leerlo, aun no sabiendo para nada que me iba a encontrar entre las páginas de esta novela. La verdad es que fue un gran acierto escogerla pero no me gustó tanto como yo esperaba. Sophie Kinsella es la autora de numerosas novelas de temática adulta y con esta, se adentra en el género juvenil.

Audrey es una niña de catorce años que sufrió acoso escolar y por ello ahora padece fobia social, depresión y ansiedad. Con los únicos con los que se siente segura es con su familia y aun así no es capaz de mirarlos a los ojos por lo que siempre lleva gafas de sol. Su madre está paranoica, el padre no tiene demasiado control sobre la familia y su hermano Frank está enganchado a un videojuego que causará más de una discusión  familiar. Aun así, gracias a este videojuego y esta familia tan disparatada, Audrey conocerá a Linus, un chico adorable que intentará que ella vuelva a ser la de antes.

Empezaré hablando de la familia de Audrey, que la verdad es una parte fundamental para el desarrollo de la historia pero que bajo mi punto de vista son algo superficiales. En una novela autoconclusiva y tan corta es muy difícil crear unos personajes “perfectos”, como me gustan a mí y si bien en esta disparatada familia más de uno llegó a sacarme unas risas con sus inusuales situaciones, no llegué a simpatizar del todo con ellos. La madre es exageradamente sobreprotectora y se me hizo insoportable… hasta el final del libro. El padre está totalmente absorbido por su mujer y ni pincha ni corta en la familia. Frank, el hermano mayor de Audrey, está también absorbido pero por un videojuego y no se sabe nada de él, solo que está enganchado. Tal vez, el único que se ganó un trocito de mi corazoncito fue Félix, el menor de los hermanos que con su inocencia llegó a sacarme más de una sonrisa.

Con Audrey y Linus es diferente. Es una pena que la trama esté tan y subrayo TAAN enfocada en la familia y las discusiones familiares que se generan a partir del dichoso videojuego de Frank. Porque Audrey es un personaje con muchísimo potencial; es divertida y sarcástica y existe una clara evolución, como de estar encerrada en casa se abre completamente al mundo. Y todo esto gracias en parte a Linus, otro personaje que me ha parecido adorable. Desde el minuto cero comprende a Audrey y en ningún momento la trata de loca. Su relación es tan dulce y tan inocente… y sus diálogos juntos desprendían magia y pureza. Sin embargo, me hubiera gustado muchísimo que Sophie Kinsella hubiera profundizado en aspectos como el acoso escolar que sufrió Audrey y/o en la vida de Linus fuera de la casa.

Uno de los mayores aciertos de esta novela es la bellísima pluma de la autora. La delicadeza y pureza con la que trata temas como la depresión y la ansiedad me ha encantado. La trama y el argumento no son para nada pesados ni aburridos, sino todo lo contrario. Encontraremos desde situaciones super divertidas y graciosas hasta momentos cargados de emoción. A pesar de esto, quería destacar que la novela es demasiado rápida. Muchos de los momentos “importantes” suceden con tanta rapidez que acabaron pareciéndome demasiado irreales. Esto se debe a que  la primera mitad de la novela se centra demasiado en Frank y su madre y cuando te quieres dar cuenta, en la segunda mitad, todos los problemas y la trama más interesante han pasado volando.

Buscando a Audrey parte de una premisa muy original, con temas de los que no se suele hablar pero que en mi opinión están bastante desaprovechados. Las risas, los momentos graciosos y tiernos están asegurados pero ya está. Se trata de un libro para pasar el rato, perfecto para leer un fin de semana cualquiera, con personajes que no me han terminado de atrapar y la “acción” demasiado rápida.